Dieta Mediterránea.
Se sabe que es la más indicada para evitar ciertas patologías,
por eso yo recomiendo, comer sano verduras, frutas frescas y ensaladas aliñadas
con aceite de oliva. Comidas bajas en grasas, sobre todo de origen animal.
En la batalla contra el cáncer, nada está perdido. Sabemos que
las células cancerígenas tienen un truco para crecer de manera descontrolada:
conocen como inhibir el proceso natural que les haría morir en el momento que
les corresponde. La buena noticia es que científicos de la Universidad Estatal
de Ohio (EE UU) han identificado un compuesto de los alimentos vegetales, la
apigenina, que puede impedir que las células tumorales, especialmente las que
causan cáncer de mama, se comporten como “inmortales”. Y, por lo tanto, evitar
el desarrollo de tumores.
La apigenina es un flavonoide natural que se encuentra presente
en grandes cantidades en el apio, el pomelo y el perejil, pero también forma
parte de otras muchas frutas y verduras que ingerimos a diario en la dieta
mediterránea. Se ha identificado que la apigenina vuelve mortales a las células
cancerosas, evitando que se descontrolen y que generen cáncer, pero que además
se une a 160 proteínas diferentes del cuerpo, lo cual podría traducirse en más
efectos beneficiosos. “Si comemos sano, estamos favoreciendo que se produzcan
comportamientos normales dentro de nuestras células, y que se destruyan cuando
les corresponde o cuando se vuelven malignas”.